Franklin buscaba cultivar su carácter mediante un plan de trece virtudes que desarrolló cuando tenía 20 años (en 1726) y que continuó practicando de una forma u otra por el resto de su vida. En su autobiografía, él lista sus trece virtudes como:
- TEMPERANCIA: No comas hasta el hastío , nunca bebas hasta la exaltación.
- SILENCIO: Solo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.
- ORDEN: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.
- RESOLUCIÓN: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.
- FRUGALIDAD: Solo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti; i.e. no desperdicies nada.
- INDUSTRIA: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, corta todas las acciones innecesarias.
- SINCERIDAD: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente, y, si hablas, habla en concordancia.
- JUSTICIA: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios que son tu deber.
- MODERACIÓN: Evita los extremos; abstente de injurias por resentimiento tanto como creas que las merecen.
- LIMPIEZA: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
- TRANQUILIDAD: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.
- CASTIDAD: Frecuenta raramente el placer sexual, solo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para injuriar la paz o reputación propia o de otra persona.
- HUMILDAD: Imita a Jesús y a Sócrates. (vaya dúo).
Franklin no trataba de trabajar en todas ellas al mismo tiempo. En lugar de esto, el trabajaba en una y solo una cada semana, "dejando todas las demás a su suerte ordinaria". Aunque Franklin no vivió completamente según sus virtudes y, según el mismo admitía, incumplió sus preceptos muchas veces, él creía que el intentarlo lo hizo una mejor persona y contribuyó enormemente a su éxito y felicidad, por lo cuál en su autobiografía, dedicó más páginas a este plan que a cualquier otro punto. Allí escribió: "Yo espero, por lo tanto, que alguno de mis descendientes pueda seguir el ejemplo y cosechar el beneficio".
No nos vendría mal a muchos hacer semejante reflexión y esfuerzo. Leido esto, me he decidido a probar. Esta semana empezaré con la castidad (nº12), porque esa la consigo seguro.
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