Saludos.
El culebrón Bárcenas no es mi culebrón favorito. Demasiado largo, demasiado
apestoso y ninguna jamona descerebrada enseña las tetas. Lo que si reconozco es
que dentro del latrocinio generalizado, al tipo este habría que darle la
laureada del gremio de los chorizos. Ya les digo, no me conozco los detalles,
pero conseguir birlar 50 millones o los que sean, pues hasta me parece
meritorio, viendo que los del caso gurtel se prostituían por unos trajes a
medida, los muy patéticos. 50 millones ya es harina de otro costal, sobre todo
si encima salen, como parece, de las arcas de un partido político. Ahora
resulta que nadie lo sabia, que Bárcenas era el Llanero Solitario, y yo
Rin-tin-tin.
En
mi humilde opinión, y sin destripar los porqués por tediosísimos, es de
escuadra y cartabón que el presidente del gobierno debería dimitir – e incluso
pegarse un tiro a lo prusiano -, pero antes llegamos a Marte que ver un
político dimitir; pero si el menda dimite, o muy improbable, se pega un tiro
prusianamente, nos quedaríamos sin presi, y la vicepresi – Peggy DeVille –
pasaría a ser la presi ¿no?, pues genial ¿no?. La otra alternativa es que
hubiera elecciones, y el pueblo – brandy- soberano castigue el pompis de los actuales
choris y de nuevo salga el Psoe, pues no hay otro; entonces tendríamos a Rubalcaba –it wasn´t me-
como presi y su horda de orcos; momento en el cual el tiro a lo prusiano nos lo
deberemos dar nosotros. Bueno el caso esta claro, hay dos soluciones, la mala
malísima, presi out-Peggy in, o la mala malísima, con rayos y truenos, presi
out-Darth Vader in.