LA BARDEM - 2ª PARTE

Continuamos con la 2ª parte de la inigualable vida de Pilar Bardem.

Tras la revolución rusa, nuestra heroína hizo suyas las ideas comunistas – por carecer de propias-, y juro que ese sería el leif motif del resto de su vida, ser roja, porqué era su color favorito. Siempre soñó con poder haber vivido en la URSS, donde el cine, el teatro y demás variettes, fueron libres e inspiradas; pero se tuvo que conformar con vivir en la España de Velázquez, Goya, Calderón de la Barca, Quevedo, y demás mediocrería.

Vivió el engrandecimiento del cine en blanco y negro, y se juró a si misma, ser una gran estrella, roja, pero estrella, la cual decoró en su corazón con una gran hoz y martillo, instrumentos que no utilizó nunca, por eso no haber agachado el lomo para trabajar en nada manual; la Bardem era una intelectual espontánea, es decir por nacimiento, por designación, por nomenclatura, su instrumento de cultivo, amen de la hoz, siempre fue la ciencia infusa.

Pasó por sus ojos la Primera Guerra Mundial, sin pena ni gloria, ya que no entendió nada del conflicto, y acabada llegaría el momento más añorado de su vida, la Segunda República y la consecuente Guerra Civil Española. La Bardem estaba fuera de gira estelar, por Casiopea o por ahí, lo cual le impidió tomar parte activa en el conflicto, cosa que nunca se perdonaría. En su foro interno sabe que con ella el fascismo hubiera sido derrotado. Como digo, nunca se lo perdonó, y debido a la frustración que le ocasiono tal ausencia, su mente quedó anclada en dicho momento, sin solución de continuidad, actuando como un bucle, como en la peli “Atrapado en el tiempo”, deseando febrilmente cada día al levantarse, que fuera el año 1940 y la gloriosa Republica anarco-sindicalista-izquierdista-rojista-comunista-socialista-populista-brigadista-libertario-popular-intenacionalista-sovietico-catalanista-vascuence-españolista-de los países bajos de España se hubiese impuesto. Pero como no fue así, juró venganza eterna, cual Aníbal (al que conoció un día en las carreras de cuadrigas), y empeño su vida al ideario social-estupidista-revanchista-partidista para vengar la muerte de sus compañeros de armas; y a fe que lo hizo, odiando cual verme recomiendo entrañas, a todo lo opuesto a su amada Republica (la 2ª, no otra).

Y siguió odiando, a los fascistas, a los fachas (que es lo mismo), a los nazis, a los burgueses, a los derechistas, a los de centro, a los curas, a los cristianos, católicos, luteranos, ortodoxos, coptos, maronitas, y de lo que sean, a los falangistas, a los del movimiento, a los de centro, a las familias, a los empresarios, a los banqueros, a los americanos, ingleses, franceses y alemanes, a los chilenos, argentinos, al Papa, al Pope, al Pepe, a Pipi (Langstrum, claro), a la policía, al ejercito, a los de la cruz roja, los del domun, los de Manos Unidas, a la ONU, la OTAN, la UNICEF, la UEO, la UNESCO, la OMS, la UE, la Commonwealth, al Rey, a la Reina, al príncipe Rainiero, a sus hijas macizas, a Hollywood, a Mecerles y Rolls-Royce, a Franco (y mucho), a Hitler, a Mussolini, a Antonescu, a Pinochet, a Perón, a Popeye, a Maguila el Gorila, a las Coca-Cola, las palomitas, a McDonal´s, al Burger King, a UCD, a AP, al PP (de nuevo), al WC, a ti, a mi, y a muchísimas cosas mas sigue odiando, y por cada cosa que odiaba le salía una arruga a la pobre. Y tras 40 años de ostracismo colaboracionista – por aquello de si no puedes con ellos, únete a ellos-y odio acumulado, vio que las barreras caían en España y daban paso a una democracia (que también odiaba, pero menos).

Tomo parte activísima en la lucha antifranquista y en la transición, por no decir que fue priedra angular; al igual que todos los franceses fueron de la Resistance (pronunciado "guesistans"), sin duda alguna; pero la continuación del relato lo dejo para la III entrega, que tantos siglos de historia necesitan algo más de espacio. Quedan a la espera.

THE EVIL EMPIRE

"The Evil Empire - 101 Ways That England Ruined the World", que en castellano viene siendo, El Imperio Maligno - 101 Maneras de como Inglaterra Destruyó el Mundo. Je, je, con ese título no pude ni resistirme, tan sólo la vista de la portada me atrajo cual imán hacia él, y tras una célere ojeada no dude, lo compré. Es un libro de un tal Steven A. Grasse, autor norteamericano, que ha vivido en la perfida Albión durante muchos años y es gran conocedor de anglos, saxos, pictos, escotos y demás patulea isleña.
No es un libro al uso, sino una recopilación de 101 críticas de los ingleses en tono de guasa, pero sin que le falte profundidad, ni razón en muchas de ellas. Algunas son desternillantes, y otras sorprenden por su veracidad, aun cuando nunca se habría uno detenido a pensar en ello. Grasse da en el clavo sobre los más míseros tópicos ingleses y en parte nos hace reflexionar sobre la estupidez de los mismos, aunque históricamente siempre se hubiera pensado que son costumbres elitistas y merecedoras de alta clase, tan solo porque provienían de Inglaterra.

Es una lectura rápida y amena, pues cada crítica no excede de dos o tres páginas, y es acompañada de una divertida viñeta a toda página, y aún no siendo todas buenas, las buenas eclipsan aquellas por lo jocosas y verdaderas. Grasse repasa la imposición del té como bebida, el snobismo, la tergiversación del lenguaje para no decir nada, el amaneramiento de los gentleman, la incapacidad de expresar su sentir, la nefasta higiene dental inglesa (esta fue para mi, con mucho, la mejor, por ser acertadísima), la manipulación histórica, etc., un repaso muy completo.

No se si existe publicación en español, pero merece la pena arriesgarse en inglés; ya era hora que alguien untara el morro de los casacas rojas con su misma caca con tanto esmero. Lo malo es que siendo el autor norteamericano, se expone a que le saquen la réplica con "El Imperio Tontuno - Las 10001 razones de porque USA es una autentica boñiga". Lo dicho, librillo recomendado, al menos te ríes.

LOS GLOBOS EXPLOSIVOS NIPONES

Desesperación, temeridad, arrojo, patriotismo y fantasía. Algo de todo esto albergaban los dirigentes nipones a mediados del año 1944, cuando veían consumirse paulatinamente sus aspiraciones de vencer a un enemigo como los Estados Unidos (de América). Poco a poco, el Imperio de Sol Naciente fue perdiendo el territorio anteriormente conquistado en su política militar expansionista; isla por isla, barco a barco, el enemigo ganaba terreno y se acercaba al suelo sagrado del Mikado de la dinastía Showa. Los estados mayores fantaseaban con una única batalla naval decisiva que tornara a su favor el rumbo del conflicto, y se tomaban decisiones bélicas draconianas, absolutamente incomprensibles para la mentalidad occidental; los kamikaze, las bombas y torpedos humanos, la defensa literalmente hasta el último hombre, el completo deshonor de caer prisionero en manos del enemigo, etc. Tal era la catarsis de guerra de la nación nipona.

De todas las medidas llevadas a cabo dentro del proyecto denominado Guokusai, o de los Cien Millones (se exageraba puesto que Japón sólo tenía 70 millones de habitantes), la que más me sorprende, y es más grotesca, fue la de los globos explosivos o fūsen bakudan. Consistía en elaborar decenas de miles de globos de hidrógeno, que capaces de cruzar el océano pacífico almacenando una carga explosiva, pudieran alcanzar territorio norteamericano para causar estragos en bosques y el terror entre la población, para forzar una paz negociada. Su confección se encargó a las escuelas de todo el país, donde los niños nipones demostrarían su compromiso patriótico construyendo globos en horas extraescolares. El número aproximado de globos proyectado fue de 30.000, aunque se cree que tan sólo unos 9.000 fueron construidos y lanzados. (Otras fuentes señalan que sólo fueron 900).

PILAR BARDEM: MIS PRIMERAS LECTURAS

Preciosa instantánea de mi madre iniciándome en el fantástico e ilustrativo mundo de la lectura, a semejanza de lo que hizo mi abuela con ella, hicieron una selección de títulos acorde a mi educación, que sin duda han perfilado mi carácter durante toda mi vida.
El libro que sostengo ha sido uno de mis títulos favoritos de siempre y aún lo mantengo como libro de cabecera. Uno es lo que lee, ¿no creéis? o incluso lo que no lee. Hasta pronto burgueses de mierda.

...y despues descansó.

...y despues descansó.