!FELIZ NAVIDAD!

Queridos lectores, como manda la costumbre en estas fechas, vengo a intercambiar con mis seres queridos felicitaciones y buenos deseos, paz en el mundo (grande falacia), y regalos (a veces no del gusto de cada uno, !Oh! !otro jersey! "que bonito"), bueno ya saben, todo eso.
Y que decir tiene de las cenas de empresas, colectivos, asociaciones, amigos, etc. Señores, creo que la Navidad debería ser un tiempo de recogimiento, recuerdo y amor (pero no amor de ese que se quiere dar a la secretaria o compañera de labor, en la cena de empresa), me refiero al otro amor. Sin embargo parece ser el tiempo de la licencia de hacer el cretino por doquier, pudiendo ver la verdadera naturaleza de tu jefe o compi de trabajo, lo que subyace en el mediocre, voluble y lascivo inconsciente de las personas. Es la batalla de lo que se propugna, casi estupidamente, y lo que verdaderamente se intenciona, el despendole, destape, despilfarro, despelleje y despontricación.

La Navidad se ilumina, desde dentro, no con las luces de "compra capullo, serás más feliz", "gasta capullo, lo que no tienes", "come glotón, lo que no debes"; en fin, el origen es el advenimiento (por si se olvidaba), pero sin embargo parece la comunión de los siete pecados capitales, al son de villancico gitano en falsete (se me abren las carnes), con especial mención a las comilonas; carta blanca a los nuevos tres Reyes Magos, Pantagruel, Gargantúa y el Servicio de Urgencias.
Pero no reniego, no; sólo amago. Pues eso infantes, felicidades a todos.

...y despues descansó.

...y despues descansó.