GRANDES CAGADAS BRITANICAS (SIGLO XX)

Es capricho mío ofreceros destellos de derrotas, humillaciones o incapacidades militares británicas del siglo XX, pues son difíciles de encontrar, como tales, en la literatura comercial, ya que los ingleses la han manipulado y azucarado año tras año, para eludir sonrojarse. Aún así, quedan muchos autores (no ingleses), que destapan las cosas, tal y como ocurrieron.

1. Gallipoli (1915).- Un desembarco a lo neardenthal en las costas de Turquía, pensado en un día de resa-ca de cerveza caliente. Se tardaron meses en salir de las playas, para conquistar cientos de metros, a costa de miles de vidas inglesas y del ANZAC. Los turcos demostraron autentico valor y dureza para defender su suelo patrio, liderados por Mustafá Kemal, posteriormente divinizado como Atatürk. El artífice ingles de la chapuza y charcutería: el conocido y venerado Winston Churchill; el torpísimo brazo ejecutor: el General Ian Hamilton.


2. La Batalla del Somme (1916).- Con un espectacular resultado de charcutería y casquería humana de primera, donde miles de jovencitas inglesas se quedaron sin novio o marido, inmolándose casi toda una generación de anglosajones y otros miembros de la Commonwealth. Principal responsable de la cagadita el General Douglas Haig.


3. La defensa de Singapur.- Los Británicos no aprendieron las lecciones de Barrio Sésamo, respecto a la diferencia entre arriba y abajo (en este caso norte y sur), y presumiendo de la inexpugnabilidad de la plaza de Singapur y poderío de sus defensas y cañones costeros, recibieron la visita de miles de nipones por la puerta de atrás. Vuelve Winston Churchill a ser protagonista, por negarse a mejorar las defensas de interior, pero el auténtico pringado fue el General Arthur Percival, por ser designado sin experiencia. La rendición de Singapur ha sido la peor derrota y deshonra de la historia militar de la pérfida Albión, 80.000 prisioneros en el asalto a Singapur y 50.000 en la campaña de Malasia, nada más y nada menos que 130.000 tropas anglosajonas (y batiburrillo Commonwealth).


4. Operación Cobra (1944) Francia.- En lo que se refiere al bombardeo aéreo de saturación, que supuso el colapso temporal de las fuerzas aéreas aliadas, para hacer agujeros en suelo francés, porque lo que es dar a los alemanes, más bien poco. El lumbrera de la operación fue mi querido Bernard Montgomery, que gastó una ingente cantidad de pasta, básicamente para matar ganado y destruir granjas francesas, los cuales le deberían estar muy agradecidos. Monty hizo decenas de estas, pero es difícil ver su responsabilidad, ya que tenía muy buenos agentes de prensa.


5. La bolsa de Falaise (1944). Las tropas aliadas pretenden embolsar el grueso de las tropas alemanas en Francia, prácticamente lo consiguen, pero adivinad que pasa. Que nuestro querido Monty no consigue estrechar el cerco y permite escapar las mejores unidades motorizadas y blindadas alemanas, que posteriormente se enfrentaran de nuevo a los aliados, porque Monty no supo hacer su trabajo. No hay que buscar más responsables, siempre es el mismo. No me invento las cosas, están en los libros, Monty era torpe y malo, pero se le quiere pintar de otro color, pues sea.


6. Operación Market Garden (1944) Holanda.- Otra cagada de Montgomery. Mi amigo Monty quería una medalla, ideó un plan abocado al desastre, haciendo caso omiso al reconocimiento aéreo, y con pataleta, presionó y presionó hasta que Ike le concedió la operación a regañadientes. Efectivamente, el plan se fue al carajo, porque era una merda, y retrasó el fin de la guerra innecesariamente. En vez de relevarle del mando, se le dio una palmadita en la espalda, “otra vez será Monty”. El caprichín costó miles de vidas.


7. Operación del estuario de Escalda (1944) Holanda.- Una más de Monty. Se le da un trozo de frente, se le dice que tiene que cumplir unos objetivos y un tiempo para hacerlo; con ingentes recursos humanos y materiales. Ni objetivos, ni tiempo, ni nada. Cagada tras cagada, tarda más de dos meses en estabilizar la zona (pequeña donde las haya), retrasando operacionalmente, de nuevo, todo el plan aliado de invasión de Alemania.

Hay muchas, muchas más (donde Monty gana por goleada), pero por ahora con estas son suficientes. Si sois curiosos, indagareis sobre lo antedicho, pero por favor no vayáis a la edición inglesa de la wikipedia, es para esto, como el Pravda de la época soviética.

Saludos antimontgomerianos.

MALLORCA, ¿ISLA O PASTELERIA?

Este es un pequeño relato, nada insólito, de lo que me ocurrió ayer cuando andaba por las calles.

Me encontraba yo en la calzada charlando con un amigo, tras aparcar mi coche, cuando otro vehículo de muy alta gama se aproximó a nosotros decelerando y al acercarse al margen de las plazas de parking donde nos encontrábamos, hizo sonar el claxon, interrumpiendo nuestra conversación con algo de sobresalto, pues le habíamos visto perfectamente al acercarse. Tras esto, la ventanilla del coche se bajo, dejando ver el rostro de una mujer de unos 55 años, fea, sin enmienda y enjoyada, la cual única y directamente me espeto "¿Mallorca?"; tras un pensamiento de milésimas de segundo, donde no pude encontrar las palabras "por favor", "disculpe", "sería Ud. tan amable", "perdón", "podría Ud." o similares, y por carencia de más información, conteste sinceramente conforme a mis conocimientos escolares: "en las islas baleares". La mujer lejos de sorprenderse, y tras una mueca indescriptible, volvió a insistir diciendo "Mallorca, que al lado hay un sitio con pelotas para los niños", me seguía faltando información, mucha información (amén de porfavores y otras normas de cortesía mínima), pensé en contestar que las playas de Mallorca, Ibiza y Menorca, suelen tener pelotas y niños, pero que no sabría decirle cual tiene más pelotas o más niños; opte por contestarle que no sabía a que se refería, a lo cual la señora (pensando que yo era bobo, sin duda), cambio el timbre de voz mono tono y desconsiderado que había utilizado, volvió a hablar diciendo "pero, ¿hay un Mallorca por aquí?, la pastelería"; vale, es la pastelería Mallorca, no la isla, pensé, "Ah! Mallorca (la pastelería), no tengo ni idea señora" me apresuré a contestar (cierto es que no tenía ni idea). Todo lo acaecido con posterioridad fue una concatenación de movimientos acompasados y altamente rítmicos, hasta coreográficos. Según contesté, la señora abrió ligeramente la boca, como para decir bah!, sin llegar a decirlo, mientras giraba el cuello hacia el frente del coche, perdiendome de vista; movió rapidisimamente el brazo como un látigo cuya punta fue su dedo, indicando orden de marcha al conductor, para retraerlo tan rápido como lo había desplegado, a la par que esto ocurría, la ventanilla del coche subía dejando ver mi reflejo de monigote en su cristal, mientras el vehículo aceleraba y se alejaba de nosotros. No hubo un "gracias", "se lo agradezco", o un simple "discúlpeme", hubo un nada, más bien un !Hi-yo Silver, Away! que se debió oír dentro del coche.

...y despues descansó.

...y despues descansó.