Hace tiempo que no me reía con un libro (cosa normal por mis elecciones), pero esta vez ha sido lo contrario, no he parado de sonreir durante su lectura, y he tenido que parar de leer muchas veces por las carcajadas. Este libro nos regala a Švejk, personaje único, por mucho que se lean otros libros. Švejk, es soldado del Imperio Austro-Húngaro de principios del siglo XX, y la obra cuenta sus peripecias durante el comienzo de Primera Guerra Mundial. Las páginas te transportan a una centro-europa desconocida para el Ibero, te ofrece una fotografía de aquel imperio multirracial y políglota abocado al desastre, te regala la gastronomía y las costumbres de la época, pero sobre todo te dibuja entrelineas el absurdo de la guerra, pues es a la postre, una crítica a la misma. Como su título indica, es un libro de aventuras, de las aventuras del imbécil Švejk (como él mismo se autodenomina), un tipo adorable, con un extraño, pero acertadísimo sentido común; es una auténtica oda al humor de lo absurdo, de la estulticia, desde luego, de lo humano. Las risas están garantizadas, pues el autor no para de inmiscuir al protagonista en mil y una situaciones, a cada cual más peculiar.
Švejk es un antihéroe, y por ello un héroe en sí mismo, tras los cansinos personajes de los best-sellers tendentes a un ficticio superhombre, Švejk nos pone los pies en la tierra, siendo un personaje más real y común de lo que a priori se pudiera esperar. Es algo parecido a lo abrsurdo de Ignatius J. Reilly pero mucho más humano, sin la demencia de aquel, es simplemente un memo, pero nunca tonto. Švejk es enternecedor desde la lectura, aunque seguro exasperante en un encuentro real, como suele pasar con tanto imbécil de a pie.
Una lectura altamente recomendable Es probablemente la cumbre de las obras checas y de las mejores obras cómicas (si realmente lo es) del Siglo XX. Cuando conoces a Švejk, ya nunca se le olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario