Aunque desgraciadamente
ya un poco olvidado, recuerdo que decía la prensa que Amancio Ortega ha donado veinte
millones de euros a Caritas. Decía parte de la prensa que le parece mal, dicen
miles de twitters que tampoco están de acuerdo, decía la excelsa Lucía
Extevarría que le parece fatal, y de rondón todos aprovechan para dan un repaso
al empresario millonario. En este país hagas lo que hagas, este bien o mal,
recibes. He ahí el mal de todos los males; y estoy de acuerdo con el Cardenal Richelieu
que mas o menos vino a decir de nosotros; que los españoles solo se unen cual
piña para combatir agentes extranjeros que pretender hacerles imposiciones,
pero una vez eliminada la amenaza externa, vuelven a sus rencillas internas con
regenerado rencor para enfrentarse eternamente unos contra otros. A este gran
hombre de estado no le faltaba nada de razón, somos unos genuinos fraticidas.
Un hombre
dona veinte millones a la beneficencia – me da igual que sea el propio Sr.
Ortega, su fundación o pepito grillo-, y rápidamente las facciones podridas de
esta piel de toro ponen el grito en el cielo. Se esgrime que si explota a sus
trabajadores, que si contrata menores, que si es para pagar menos impuestos,
que si la abuela fuma. Sea cierto o no, es que ha donado veinte millones; que
antes de donarlos también ocurría lo que ahora claman al cielo y nadie decía ni
mu. Parece olvidarse que el resultado es que veinte millones de euros han sido
donados a la beneficencia.
Da igual lo
que se haga, el caso es no dejar títere con cabeza, especialmente si es
millonario, que es mas bien por donde la cosa apesta; la envidia, el pecado
capital nacional; amén de cientos de otros que adquirimos a marchas forzadas, como
la ignorancia y la vagancia. Haga lo que haga un rico, mal hecho está. El
liberalismo en este país es inexistente, el sectarismo es el rey. Aquí,
únicamente se opina para que conste tu alineación con la mano política que te
da de comer. Todo, absolutamente todo esta perfecta y perpetuamente alineado, y pobre del
que saque el pie del tiesto.
En un país
donde la “intelectualidad” -prácticamente de manera unánime- está alineada
sistemáticamente con la mas siniestra de las izquierdas; donde se ensalzan casi
hasta la deidad, entre muchos, a criminales casposos como Isabel Pantoja y
Julián Muñoz -ejemplos españoles de “empresario de éxito”-; donde el propio
yerno del Rey esta sumergido en tramas de corrupción insondables, dignas de
novela “best-seller”; donde se amenaza a los jueces que investigan a los
políticos inmersos en profundos pozos de latronicio del dinero público; donde
lo “chachi” lo encarna el memo e insulso de Mario Vaquerizo; y lo deseable es
que el futuro de tus hijos pase por triunfar en alguna hez televisiva para ser
rico y famoso de manera meteórica, aún a costa de la dignidad colectiva; no
parece que haya solución alguna, salvo sobrevivir.
Por ello
digo, que el que roba, además de ser casi imposible que pise una prisión
nacional, puede hasta que saque pasta paseando su historia mezquina por
televisión y prensa, para delirio de millones de españoles devoradores de
carroña. Sin embargo el que dona veinte millones no. A este como es rico y se
le envidia con la mas fuertes de las insidias, no se le perdona que done nada y se le atiza irremediablemente por donde sea. Al rico altruista, sin
cuartel; al descarado criminal -siempre tratado con el vomitivo epíteto de
“presunto”-, trátesele con delicadeza, a ver si aún siendo todos deshonestos y
traidores fraticidas, nos vayan a fallar las formas.
Me gustaría
saber que opina la estirpe Bardem de este asunto; por si se les contagia algo
de filantropía, esta vez monetaria, que de boquilla parece que ya han donado
demasiado. Es como poco paradójico, que Javier, defensor beligerante de aquella
reclamación para los países en desarrollo del 0,7, actúe ahora en 007, cobrando
una millonada, que únicamente irán a su bolsillo y que me juego el pellejo no
donará a nadie en absoluto.
Menos mal
que todo esto se la sopla al Sr. Ortega, que para el caso de que compre cara su
conciencia con dinero, al menos la tiene. No se puede decir lo mismo de muchos otros.
Por mi
parte, chapeau Sr. Ortega; que seguro
que habrá gente que se lo agradecerá sin encima saber de donde viene su abrigo
y plato caliente.
2 comentarios:
Mi abrigo viene del señor Ortega
Pues entre los pagados y los donados, al final nos va a vestir a todos, ja ja ja.
Gracias Gabriel.
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