ORGULLO ELECTORAL

Ayer caminaba por la calle Ferráz de Madrid y al pasar por la sede del PSOE me sorprendí que de dicho edificio pendía un blasón bien colorido. Como no domino la nomenclatura correcta, me atrevo a decir que es la bandera gay o la insignia homosexual, perdónenme si marro en la definición, pero mi heterosexualidad nunca me ha hecho interesarme por el término correcto (antes de llamarme homófobo, aguanten y sigan leyendo, por favor).

El caso es que me chocó tremendamente dicha insignia en la sede de un partido político. Caí en la cuenta que este fin de semana era el desfile del orgullo gay; pero aún así no le veía la relación. O es que todos los trabajadores de dicha sede son gays, o es que es la enésima prueba de que nos hemos vuelto majaras, mas bien imbéciles. Y yo me preguntó ¿qué tendrá que ver el orgullo gay con la política?, la respuesta es clara, VOTOS. Nosotros nos alineamos con este colectivo, este colectivo nos vota. Los del PP no se alinean con este colectivo, este colectivo no les vota. Así de simple. Ahora bien, que ocurre con los millones de votantes del PSOE que no son gays ¿están de acuerdo?; o dicho de otra manera, ¿por que no ponen la insignia de Adena, o la de los jubilados, o la de la asociación de fumadores de puros, o la de los enfermos de cáncer, o la del Recreativo de Huelva, o la de Españoles por el Mundo?. Miren señores, gays incluidos, el agua y el aceite son incompatibles; y la política y la orientación sexual también; salvo a la hora de votar. Hetero macho ibérico pata negra y putero votante del PSOE (que los habrá),  ¿Ud. que opina de esto?.

La política es este país es de chirigota, ahora sólo falta que el PP saque la bandera del Opus Dei, que para el caso es lo opuesto ¿no?. Somos imbéciles y además lo parecemos. Ahora señores, si no han entendido bien mis palabras, me pueden llamar homófobo, fascista y cosas de esas horribles, que para el caso me traen al pairo, puesto que no lo soy. Pero no pienso votar al PSOE hasta que no pongan mi bandera, la de los tíos que no tienen colectivo para identificarse, pagan sus impuestos, y están hasta las narices de que no haya una revolución social sin alineamiento político y se fusile - si, del verbo fusilar- a todos los políticos (incluidos los del PP, tranquis), eso si empezando por los de Amaiur, por favor, que todavía hay clases.

Miren por donde lo miren, es como poner la bandera del Atletí de Madrid, excluyente; como todo lo que se hace en política. !Ay votos, divinos votos!, las tonterías que tienen que hacerse para conseguir votos; incluso meterse en el dormitorio de la gente a ver si es donante de ano o no. ¿Acaso no somos todos iguales como dice la Constitución?. España está en la final de la Eurocopa, pero no hay narices para colgar nuestra bandera, ¿a que no?, la selección no da votos, está bien claro.

Por cierto, ¿sabéis quién ha pagado esa bandera?, pues tú, hetero recalcitrante, con tus bonitos impuestos. Ahora mis queridísimos amigos homosexuales, disfrutad de vuestro desfile orgullosos de lo vuestro, que yo lo haré de lo mío, eso si, sin banderas, y sin prostituir mi voto en blanco.