En esta primera entrega vamos a hablar de Trofin Denisovich Lysenko, (mira que se parecía al nuevo James Bond). Ingeniero agrónomo que trabajó en la Unión Soviética para su mayor gloria y esplendor.
El fulano en cuestión, profetizó con la posibilidad de obtener cosechas de especies agrícolas superiores, resistentes a plagas y enfermedades, y que crecían en cualquier clima y en especial durante en crudo invierno ruso. Todo ello, garantizaría la producción agrícola soviética en números absurdos, ajenos a las inclemencias, cambios naturales y a la propia genética. Su teoría que no distaba mucho de las del coyote para atrapar al correcaminos, no poseía ninguna base científica sólida y se enfrentaba directamente con las teorías genéticas de la época.
¿Qué ocurrió? Que a papá Stalin, experto en jardinería floral...y de infancia, le encantó la idea de tener cosechas soviéticas garantizadas en cualquier lugar y época, y poder propugnar que el trigo soviético era mejor trigo que el podrido trigo capitalista-imperialista-burgués, que no daba ni para hacer colines. Stalin colmó de honores a Lysenko, lo hizo director de esto y lo de mas allá, y puso a su disposición millones de rublos para experimentación; !ah….se me olvidaba!, de paso mandó a Siberia de vacaciones a la élite genetista de la URSS, con sus familias e hijos, y alguno más de rondón para que no se sintieran solos; lo que no debió suponer un rertaso científico apreciable.
Lysenko se puso manos a la obra, y la obra consistió en transformar enormes extensiones de terreno en campos experimentales, y generar deportaciones masivas de personas (de vacaciones a Siberia con los genetistas). El experimento consiguió arruinar de manera continua cosechas enteras y provocar hambrunas generalizadas que llevaron directamente a la muerte a cientos de miles de personas.
La dialéctica materialista de Lysenko, comulgaba perfectamente con la infalibilidad de las teorías socialistas de la URSS, que no admitía eso de “es genéticamente imposible”, término que acabó con el estudio de Mendel en todas las repúblicas soviéticas, y que además podían suponer 25 años de vacaciones en una estación de esquí de fondo en la tundra.
Toda la escuela creada por Lysenko al servicio de la política sin base científica sólida fue llamado Lysenkoismo, y supuso quedarse sin merendar a muchos rusos, muchos años; basándose en la teoría de la “herencia de los caracteres adquiridos” del Lamarkismo del siglo XIX, ya sustituida y descartada un siglo atrás por el burges-imperialista-capitán de las sardinas de Darwin y su origen de las especies.
Es gracioso que Lysenko y mucho antes Lamarck abogaran por la Ley del uso y desuso, esa que propugnaba que "el uso frecuente y continuo de un órgano lo fortalece y desarrolla, mientras que el desuso lo debilita y provoca su degeneración". Cualquiera que hayáis visto lo de “Enlarge your Penis” en Internet, comprendereis la cara dura de estos fulanos.
Pues nada, dale a un tonto una chapa de sheriff, y mira lo que pasa, que la diña hasta el apuntador sin ni siquiera darse cuenta de la pelicula.
No se vosotros, pero lo siento, antes me creo lo de los panes y los peces.
El fulano en cuestión, profetizó con la posibilidad de obtener cosechas de especies agrícolas superiores, resistentes a plagas y enfermedades, y que crecían en cualquier clima y en especial durante en crudo invierno ruso. Todo ello, garantizaría la producción agrícola soviética en números absurdos, ajenos a las inclemencias, cambios naturales y a la propia genética. Su teoría que no distaba mucho de las del coyote para atrapar al correcaminos, no poseía ninguna base científica sólida y se enfrentaba directamente con las teorías genéticas de la época.
¿Qué ocurrió? Que a papá Stalin, experto en jardinería floral...y de infancia, le encantó la idea de tener cosechas soviéticas garantizadas en cualquier lugar y época, y poder propugnar que el trigo soviético era mejor trigo que el podrido trigo capitalista-imperialista-burgués, que no daba ni para hacer colines. Stalin colmó de honores a Lysenko, lo hizo director de esto y lo de mas allá, y puso a su disposición millones de rublos para experimentación; !ah….se me olvidaba!, de paso mandó a Siberia de vacaciones a la élite genetista de la URSS, con sus familias e hijos, y alguno más de rondón para que no se sintieran solos; lo que no debió suponer un rertaso científico apreciable.
Lysenko se puso manos a la obra, y la obra consistió en transformar enormes extensiones de terreno en campos experimentales, y generar deportaciones masivas de personas (de vacaciones a Siberia con los genetistas). El experimento consiguió arruinar de manera continua cosechas enteras y provocar hambrunas generalizadas que llevaron directamente a la muerte a cientos de miles de personas.
La dialéctica materialista de Lysenko, comulgaba perfectamente con la infalibilidad de las teorías socialistas de la URSS, que no admitía eso de “es genéticamente imposible”, término que acabó con el estudio de Mendel en todas las repúblicas soviéticas, y que además podían suponer 25 años de vacaciones en una estación de esquí de fondo en la tundra.
Toda la escuela creada por Lysenko al servicio de la política sin base científica sólida fue llamado Lysenkoismo, y supuso quedarse sin merendar a muchos rusos, muchos años; basándose en la teoría de la “herencia de los caracteres adquiridos” del Lamarkismo del siglo XIX, ya sustituida y descartada un siglo atrás por el burges-imperialista-capitán de las sardinas de Darwin y su origen de las especies.
Es gracioso que Lysenko y mucho antes Lamarck abogaran por la Ley del uso y desuso, esa que propugnaba que "el uso frecuente y continuo de un órgano lo fortalece y desarrolla, mientras que el desuso lo debilita y provoca su degeneración". Cualquiera que hayáis visto lo de “Enlarge your Penis” en Internet, comprendereis la cara dura de estos fulanos.
Pues nada, dale a un tonto una chapa de sheriff, y mira lo que pasa, que la diña hasta el apuntador sin ni siquiera darse cuenta de la pelicula.
No se vosotros, pero lo siento, antes me creo lo de los panes y los peces.
3 comentarios:
Que tontería, había leido al final "lo de los penes y las paces"... en qué estaría yo pensando.
A mi querida Pilar le faltarian penes, pero paces...si es la chocolate paladin del NO A LA GUERRA. Me gustas Pilar, hablae más de ti.
Hola Soy Pilar Bardem otra vez,disfrazada de Rommel,para que no se me vea tanto el plumero.
Pues yo creo que el tal Lysenko era un chaval fantástico y has entendido mal su estudio.
Te lo digo yo que se un montón,de eso y de todo lo demás!Como va a ser malo algo comunista! Que tontería!
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