La reflexión es un buen ejercicio; lo practico a menudo por aquello de que mi conciencia quede limpia, y aunque no lo consigo casi nunca, por la negrura de la misma, al menos lo intento. En una de estas sesiones de reflexión impúdica, mi negra conciencia me ha llamado al orden, me ha dicho que mis ideas son erróneas, los hechos objetivos están ahí; macho, me digo, creo que te has equivocado, ¡glups!, a tragar saliva y a envainársela.
Nuestro patrio actor Javier Bardem, ha ganado un oscar. "Contenta tiene que estar tu madre", como decía un oligofrénico conocido mio. !Enhorabuena!, que mas me queda decir, si ahora va a resultar que eres buen actor y yo no tengo ni pajolera de eso del celuloide. Pues como he dicho, a envainársela. Pero pensándolo bien, el que se la ha envainado bien, pero bien bien, ha sido el propio Javier.
Ni mú, a lo del oscar, ya he dicho que no se de cine. Pero lo que si sé, es que no cago donde como, y eso es lo que acaba de hacer Javi, comer donde ha defecado. Ya tenía la cabeza llena de mierda, tanto, que le rebosaba por la boca y ahora va y se lo zampa todo de un tirón. ¿Recuerdas eso de predicar con el ejemplo?, no, creo que no.
Tantos años cagándote en el imperialismo estadounidense y ahora vas y te das un atracón. Actor, bueno vale, hipócrita mejor. ¿Acaso ser actor no es fingir quien no eres?. Ahora si que has confirmado todas las sospechas que sobre ti versaban. Ni comunista, ni revolucionario, ni socialista, ni leches, bailas al son de tu amo, el dinero. Haz películas, pero cierra la boca, que la estatuilla no va a legitimar tus ideas, aunque parezca lo contrario. Que también Marilyn Monroe era actriz, y eso no la hizo más lista. Eres el claro ejemplo del comunismo de boquilla, del socialismo de cuenta bancaria, y del claro traidor capitalista encubierto, es decir, un perfecto burgués, si, ese término que sale en los libros de Marx y Lenin, que nunca has leído. Bien que has perdido el culo para ir a Hollywood. Y ahora, venga a comer donde tanto has ciscado.
Pues nada suerte, ¿sabes que frase vas a ver ahora más repetida en tu vida?,
“In God We Trust”, ese dios que ya empiezas a amar, por muy agnóstico que digas ser.
Lo dicho, yo no tengo oscar, pero desde luego no cago donde como. Y que no se te suba mucho, espero; que también tiene un oscar
la Mula Francis, por actriz, no por sus ideas.
Cada vez me gusta más el cine a la inglesa, el pirateado. Que mi dinero no va a bolsillos de mulas, aunque sean hispanas.
Una de las preocupaciones principales de la gente es la seguridad ciudadana, y este es un tema capital, como decían cándidos candidatos.
La reflexión es un buen ejercicio; lo practico a menudo por aquello de que mi conciencia quede limpia, y aunque no lo consigo casi nunca, por la negrura de la misma, al menos lo intento. En una de estas sesiones de reflexión impúdica, mi negra conciencia me ha llamado al orden, me ha dicho que mis ideas son erróneas, los hechos objetivos están ahí; macho, me digo, creo que te has equivocado, ¡glups!, a tragar saliva y a envainársela.
Al-Qaeda quiere lavar su imagen. Dicen que occidente les ha demonizado, que simplemente porque opinen distinto, se les ha tachado de terroristas y asesinos, que todo eso es falso, que tan sólo son unos musulmanes más, amantes de sus costumbres y respetuosos con occidente.
Cacao, eso es lo que tienen los norteamericanos respecto a Dios, y no el cacao “turbo” que se disuelve al remover, sino el grumoso, el de toda la vida, que por mucho remover no hay mano que lo disuelva. Desde hace años vengo aseverando que los yankis han creado una deidad institucional, nada divina, muy terrenal y funcional, a la cual todo ciudadano respeta, con independencia de su confesión, color, edad o sexo. Dicha deidad norteamericana, es compatible con las figuras divinas de más abolengo, véase Dios-Dios (me refiero al cristiano), Alá, Jehová, y demás deidades hindúes, idolos budistas, bla bla bla.
