LA ENESIMA POTENCIA DE LO ABSURDO

Un estado dentro de un estado, así fue calificado el estado privado creado por Heinrich Himmler con sus SS, dentro del III Reich de la Alemania Nazi. Poseía su propia policía, propia justicia, propia economía, etc. incluso propio ejercito aparte del estatal - las Waffen SS- ; a veces en dimensiones y poder tales que practicamente se confundían con las instituciones estatales, absorviendo en algunos casos, sectores completos del control del Reich, como fue el mando y administración de los campos de concentración.

De esta creación paraestatal, Himmler, era el soberano y único señor, con mayor soberanía en casos, que el propio Hitler. Su poder fue tal que los aliados llegaron a decir que "el hombre fuerte del III Reich era Himmler, y era con el quien debía tratarse un posible armisticio y la sucesión del propio Hitler, para la Alemania de postguerra".

Pero Himmler era como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en casos daba fe de ser un grandísimo organizador y cerebro calculador; en otros casos vivía sus propias paranoias, cargadas de misticismo y esoterismo, fronterizas con el máximo absurdo.

La mayor incoherencia de sus delirios y los de sus organización se dio durante los años 1943 al 1945, cuando la maquina genocida de los campos de exterminio, amparada bajo el auspicio personal de Himmler, funcionaba a pleno rendimiento; y consistió en que, en el planteamiento de que las SS, al amparo de su código ético de pureza, no podía cometer arbitrariedades como el sadismo y asesinato indiscriminado, ya que con ello manchaba la propia imagen de la élite nazi, de los elegidos; por lo que para evitar aquello se autorizó al juez de las SS, Konrad Morgen, a llevar una exhaustiva investigación sobre el personal de los campos, mediante comisiones investigadoras.

Pues ahí tenemos una de las mayores paradojas de la historia, las comisiones visitaban los campos de exterminio, con permiso especial del Reichfürher, para interrogar a guardias sobre posibles crímenes relacionados con asesinatos y tortura. Todo ello, !mientras a pocos metros de distancia discurrían las interminables colas hacia las cámaras de gas y crematorios!. Incluso se llegó a condenar a algún guardián por su excesos con los reclusos.

Conociendo al pollo de Himmler, seguro que esta maniobra obedeció a recopilar pruebas que le ayudaran en caso de captura o comparecencia ante un tribunal internacional; o simplemente a un completo absurdo, típico de la sobresaturada maquina burocrática de las SS. Ni que decir tiene, que los abusos, torturas, asesinatos arbitrarios y genocidio, continuaron sin traba alguna.
Mucha gente acaba creyéndose sus propias mentiras.

2 comentarios:

Mariscal de Campo Erwin Rommel dijo...

Que fuerte! esto si que no lo sabía.Se hicieron comisiones de investigación por parte de los propios SS para controlar el asesinato indiscriminado????
¿Tenemos alguna fuente / libro que recomiendes para documentarnos sobre esto?
Por cierto que hace poco estuve por allí, y una de las cosas que no sabía , es que al propio jefe del campo Rudolf Hoss ,tras la guerra le colgaron al lado del crematorium 1, muy cerca de la casa donde vivía en Auschwiz.

Gracias!!

El Guardián dijo...

Claro, los polacos querian simbolizar el acontecimiento en el propio campo que dirigio. Es el único cadalso que hay en el campo en la zona exterior y forma parte del museo.

...y despues descansó.

...y despues descansó.