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Lo prometido es deuda. Breve, pero concisamente vengo a sentenciar que
Sir Bernard Montgomery fue, y ha sido simpre, un héroe puramente mediático, un general supravalorado. El héroe que el Reino Unido tanto necesitaba y nunca tuvo para poder compararse con un Von Manstein, Zhukov, Patton y como no un Rommel.
Montgomery, fue uno de los muchos generales de repuesto y del montón, que puso Churchill en el desierto para enmendar los rotos que le hacia el
Zorro del Desierto en su gallinero, con muchas menos fuerzas. Monty, rodeado siempre de periodistas y cámaras – que a la postre son las que le dieron la notoriedad y la gloria- , desembarcó en África para ser el "héroe"
El Alamein, con el siguiente panorama:
1. Los alemanes ya estaban en Egipto, con sus efectivos muy mermados, sin posibilidad de refuerzo y con unas
líneas de abastecimiento de más de 1.200 millas. Siendo su situación estratégica secundaria para el OKW, tras la campaña de Grecia y los Balcanes, y posteriormente la invasión de Rusia.
2. Los ingleses recibían en Alejandría refuerzos y suministros continuamente. Siendo sus líneas de suministro de menos de 60 millas.
3. La superioridad de la RAF, con sus aeródromos en el margen opuesto del Nilo, era total.
4. Las fuerzas aliadas, compuestas de ingleses, australianos, neozelandeses, hindúes, franceses, sudafricanos, polacos, griegos y checos, superaban en 2´5 a 1 a las fuerzas alemanas, apoyadas solamente por reticentes italianos.
5. La batalla de El Alamein necesariamente tenía que ser un choque frontal, al puro estilo IGM, ya que ningún movimiento envolvente, tan típico de Rommel, o incluso de O´Connor, era posible debido a que en un margen se encontraba el mar y en el otro la depresión de Quattara, infranqueable por tropa alguna. Así que nada de sibariteces, el ataque frontal era la única opción, cualquier sargento chusquero hubiera hecho lo mismo que Monty.
6. La superioridad en blindados favorecía a Monty de hasta 4 a 1 sobre los alemanes.
7. Al comienzo de la batalla Edwin Rommel estaba convaleciente en Alemania, por enfermedad; y a su vuelta no pudo llegar a tiempo para ordenar un contraataque una vez los aliados se estancaban en los campos de minas.
8. A Rommel, se le negó, directamente por Hitler, la retirada táctica de 60 millas para establecer otra línea defensiva, con dos consecuencias. 1) Se impidió así que la ofensiva aliada se hubiera sin duda, frenado y 2) Se hubiera impedido la captura de miles de prisioneros y abundancia de material.
9. Finalmente, Rommel pudo escapar, incluso Túnez, y Monty se negó a explotar su victoria, en contra de lo que pensaba la unanimidad de su estado mayor; perdiendo la posibilidad de desintegrar al Afrika Korps, el cual pudo evacuar finalmente grandes fuerzas de Africa . (Cagadita muy típica de Monty, verbigracia, la bolsa de Falaise, contraofensiva de las Ardenas, y estuario de Escalda; donde siempre dejo escapar a grandes contingentes por paquete.)
Bueno, hay libros para enterarse mejor de esto; ahora bien, recomiendo que busquéis alguno escrito por autor NO ingles. Quepa decir que hasta el más malo, conservador, reticente y novato general hubiera ganado la batalla de El Alamein. Incluso cualquier teniente con dos dedos de frente, lo hubiera hecho mejor. No hay absolutamente nada brillante en la campaña de Montgomery, y si en la retirada de Rommel. Los ingleses necesitaban una victoria mediática en África, y la tuvieron; necesitaron un héroe mediático y lo crearon. No quiero ni pensar lo que hubiera conseguido Rommel en el lugar de Monty.
En resumen, era prácticamente imposible perder la batalla de El Alamein. El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz, El Sargento Furia e incluso Pumuky, hubiera liderado mejor la señalada batalla.
Cualquier victoria menor que acaparó Rommel en África, supero con mucho, en valor táctico, el inmerecido renombre de El Alamein; y aunque supuso el ocaso del Afrika Korps en el Mediterráneo, era un evento que con o sin Monty irremediablemente iba a ocurrir. Lastima que el mérito fuera a manos del tuercebotas engreído de Monty.
Esta fue una victoria de Monty, pero la guerra siguió y las cagadas de Monty se acumularon cual pila de abono – tapado convenientemente por los historiadores ingleses – que intentaré desvelar en posteriores capítulos.